Por Jacobo Santín
“Él será el autor más citado aquí, ya que ocupa el lugar más importante en mi galería de héroes históricos. La sabiduría de este hombre puede salvarte de muchas maneras, así que presta atención.” – Gabriel Arauto
Cheung es mi teólogo favorito. lo he dicho antes y lo repito: no tiene comparación. No solo me refiero a su inteligencia, claridad, o habilidad para escribir -estoy seguro de que pueden haber autores más talentosos en esas áreas- sino sobre todo a su amor por la Biblia, que no he encontrado en prácticamente ningún otro autor o predicador que haya leído o escuchado en mis 9 años de vida cristiana, con las únicas excepciones siendo sus seguidores. Es el autor cristiano que más me ha influido, sin duda alguna.
Cheung es prácticamente anónimo, solo conocemos su nombre, el de su esposa, el lugar donde vive, algunas anécdotas que él ha compartido, y un poco de información que se puede rescatar de internet y de sus libros traducidos que se han distribuido en formato físico. Yo solo he intercambiado correos con él una sola vez, de forma muy, muy breve, y no ha respondido al ofrecimiento de una ofrenda que quería entregarle. Es un maestro que parece haber renunciado a usar su imagen, grandes equipos, y hasta las nuevas redes sociales para enfocarse únicamente en difundir la Palabra de la forma más austera posible, dejando que sea el Espíritu de Dios el que la lleve a las personas, y que lleve a las personas a ella. Con eso ha sido suficiente, porque lo que escribe tiene el poder de influir ministerios enteros y acabar con denominaciones completas.
Cheung habla mucho a los reformados y a los que se hacen llamar calvinistas. Aunque su sabiduría es bíblica y por lo tanto es relevante para todos, algunos de sus mensajes más poderosos están dedicados a corregir ideas erróneas sobre la soberanía y voluntad de Dios y combatir enfermedades de la iglesia como el cesacionismo. Los religiosos que han querido traer su contenido al español siempre tuvieron extrema precaución de solamente importar los libros que pudieran encajar con el pensamiento calvinista, y tan pronto comenzó a hablar de sus becerros de oro favoritos alrededor de 2012 dejaron de difundirlo por completo, escandalizados de él. Parece que Cheung, igual que muchos de nosotros que nos considerábamos reformados, se dio cuenta del mal que esa corriente le había estado haciendo a la cristiandad, que se oponía rabiosamente a las promesas de bendición, prosperidad, sanidad, y milagros de Jesús, y no solo a esas, sino también a otros aspectos del evangelio de los que se jactan de ser más fieles que otras tribus, como la santificación, el discípulado, el evangelismo, el estudio de la Biblia, hasta los sacramentos. Y que poseían un espíritu de incredulidad de donde salían doctrinas que le costaron -y le siguen costando- la vida, salud, alegría, y hasta la salvación a cientos de miles de personas. Repito que esto no significa que leer a Cheung no tenga ningún valor para los que no han conocido "las doctrinas de la gracia" (deberían conocerlas), ya que la unción que tiene le ha dado sabiduría y revelación que puede cambiarle la vida a cualquier cristiano de cualquier parte del mundo sin importar su trasfondo. Te invito a conocerlo.
El contenido de Cheung en inglés se puede encontrar principalmente en la página vincentcheung.com
Disclaimer: todas las traducciones de textos de Vincent deben considerarse adaptaciones, la mayor parte del texto es fiel al original, pero hay ligeras modificaciones que son necesarias en el proceso de traducción para mantener el texto legible. Cada artículo tiene un enlace al original con el cual se puede comparar palabra por palabra.
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