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La imposición de la Fe

Adaptado por Jacobo Santín de "Faith Override" de Vincent Cheung

 

"Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: 'Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada.'


Pero Él no le respondió palabra. Y acercándose sus discípulos, le rogaban, diciendo: 'Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros.'


Y respondiendo Él, dijo: 'No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.' Pero acercándose ella, se postró ante Él, diciendo: '¡Señor, socórreme!'


Y Él respondió y dijo: 'No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos.' Pero ella dijo: 'Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.'


Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas.' Y su hija quedó sana desde aquel momento." (Mateo 15:21-28)


Religión de Plástico


Hay quejas de que gran parte de las prédicas modernas son frívolas. Hablan de los deseos y las necesidades del hombre, pero se olvidan de la majestad de Dios. Son antropocéntricas, no teocéntricas. Si lo planteamos bien eso tiene cierta razón, pero casi todos los que se quejan así hacen un análisis incorrecto, y algunas de las cosas que critican son enseñanzas que en realidad vienen directamente de la Palabra de Dios. Por lo tanto, aunque se sientan satisfechos de que sus soluciones corrigen el problema, la verdad es que siguen distorsionando la religión bíblica, solo que de una forma diferente, de una manera que les permiten sus sesgos.


Una teología verdaderamente teocéntrica le pide a Dios que nos diga qué significa ser teocéntrico, pero eso no es lo que nos muestran los que presumen centrarse en Dios en su teología. Si le preguntas al hombre lo que significa ser teocéntrico, el resultado va a ser una religión que da la impresión de ser teocéntrica pero con un fundamento humano. Es una opinión antropocéntrica sobre lo que significa ser teocéntrico. Ignora lo que Dios piensa de sí mismo. Sigue ignorando como Dios quiere que nos relacionemos con él, así que sigue siendo una religión centrada en el hombre, pero más hipócrita. Lo que necesitamos es una religión teocéntrica con un fundamento teocéntrico.


Los que dicen tener una teología teocéntrica comúnmente tienen mucho orgullo de su pericia teológica, pero en verdad su solución es superficial. No son mejores que la gente de la que se quejan, pero son su contraparte más ruidosa, más amargada, más arrogante. Son la otra cara de la religión centrada en el hombre. No hay profundidad ni madurez teológica. Por esta razón creen que una religión teocéntrica enfatiza la trascendencia de Dios. Pero Dios no piensa eso. No es como él se presenta a sí mismo en las Escrituras. No es como él cuenta su historia. Una teología teocéntrica escucha lo que Dios dice sobre sí mismo, enfatiza tanto su trascendencia como su inmanencia en su narrativa.


Él podría estar alejado, pero está más cerca de ti que el latir de tu corazón. Se podría olvidar de ti, pero en vez de eso cuenta tus cabellos. Podría dejar que te las arreglaras solo, pero en vez de eso te alimenta y te sana, y hace milagros por ti. Podría ser demasiado importante para tener nada que ver contigo, pero en vez de eso él quiere que tengas fe en él y le pidas a él. Es tan espiritual que no tiene un cuerpo, pero promete fortalecer el tuyo. Es tan trascendente que creó el mundo, pero es tan inmanente que caminó y habló con Adán. Es tan trascendente que podía destruir a Sodoma, pero es tan inmanente que interactuó con Abraham para negociar con él. Es tan trascendente que pudo haber arrasado a Israel, pero es tan inmanente que permitió a Moisés entrometerse en su camino y detenerlo. Así es como quiere que lo conozcas. Esa es la teología teocéntrica.


No estoy diciendo que hay que encontrar el equilibrio, porque no es un asunto de equilibrio. No se trata de encontrar el punto medio en la balanza, sino de buena o mala doctrina. Jesús era la persona más teocéntrica que había caminado este planeta. Era Dios mismo, pero fue el que nos enseñó a orar por nuestras necesidades y pedirle a Dios lo que queremos, mucho más que ninguna otra persona en las Escrituras. La gente "teocéntrica" dice, "¡Dios no es Santa!" y piensan que esa es teología teocéntrica. Es verdad que Dios no es Santa, porque es mucho mejor que Santa. Jesús dijo que él es nuestro Padre, y le gusta darle buenos regalos a sus hijos. No nos trae regalos solo una vez al año, sino que Jesús nos dijo que pidiéramos nuestro pan cada día. Dicen, "¡Es que Dios no es un cajero!" Claro que Dios no es un cajero, porque tú sacas tu propio dinero de un cajero. Pablo escribió que Dios suple todas nuestras necesidades conforme a sus gloriosas riquezas en Cristo Jesús. Esto es teología teocéntrica, porque acata lo que Dios dice sobre sí mismo en vez de restregarle su trascendencia en la cara sin importar lo que diga.


Declaran que Dios abarca toda la vida, pero de una u otra forma sugieren que no es espiritual pedirle sanidad y prosperidad por fe, pero sí es espiritual conseguir estas cosas con tu propio esfuerzo, bajo un tipo de mandato cultural. ¿Te das cuenta? Es religión antropocéntrica, disimulada bajo una fachada de trascendencia divina. De hecho, saca a Dios de nuestras vidas. Proclaman al "Dios Que Está Allí" (¿No aquí?), pero también es "El Dios Que Ha Cesado." Teológicamente, es un principio heurístico. Espiritualmente, es una muleta psicológica. No hace nada en realidad. Es pura decoración. Solo produce efectos en su providencia oculta, donde ni siquiera podemos notar la diferencia. ¿Qué es todo esto? Es religión falsa. Se presenta como algo teocéntrico, pero es frívolo y fraudulento. Es fe de plástico.


Aquí tenemos a una mujer que le pidió sanidad a Jesús, que expulsara al demonio de su hija. No habían frasecitas sobre someterse a la voluntad de Dios o sufrir para la gloria de Dios. ¿Crees que la gente de esos tiempos no sabían decir esas cosas? Claro que podían. Podían sonar religiosos también, como los mejores. Pero esta mujer no decía esas cosas. ¡Había algo malo con su hija y quería que se resolviera! Y no se sentó en su pedestal teológico y se quedó en casa para burlarse de los televangelistas mientras su hija se retuerce en el suelo y echa espuma por la boca. Eso hubiera sido bien santo, mientras diga "Para la gloria de Dios" en todo lo que haga. Ah, pero no era tan sofisticada. ¡Había un demonio en su hija y quería que se largara!


Quería sanidad para su hija. Vino por eso, no por otra cosa. Y le pidió misericordia a Jesús. Hoy en día algunas personas piensan que se vale buscar sanidad, mientras no esperes conseguirla de Dios por medio de la fe, porque eso sería seguir un evangelio de prosperidad y sanidad. Este tipo de religión es la más grotesca de todas. ¿Podemos siquiera pedir misericordia? Ten cuidado, podrías ser sanado, te pueden excomulgar por eso. A alguien le pasó en los tiempos de Jesús, y todavía pasa en buenas iglesias "cristianas." Qué refinado. Qué ortodoxo. Qué demoníaco. La mujer era una gentil, pero no era una budista pretendiendo ser una cristiana. No era tan "teocéntrica" que perdía su sentido del yo. Ella pensaba que era válido pedir cosas. Quería que Jesús le diera sanidad milagrosa. DAME, AYÚDAME.


No. No. No.

Jesús la rechazó tres veces. Al principio ni siquiera le hizo caso. Se pudo haber rendido. Si iba a sanar a su hija le hubiera respondido inmediatamente como lo hacía con otras personas. El Mesías, Dios encarnado, decidió no responderle. Tenía que aceptar eso como la voluntad de dios y retirarse, ¿Verdad? ¿Tú que hubieras hecho? Pero se negó a ser ignorada y perseveró por un largo rato, tanto que los discípulos se molestaron y le pidieron a Jesús que la echara.


Así que Jesús dijo, "No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de Israel." Fue enviado a Israel, ella era una gentil, no había sido enviado a ella, así que no había sanidad. Era argumentación de teología del pacto. Esa respuesta era más fuerte que un simple "No" porque su rechazo tenía una razón que la mujer no podía refutar. Su argumento era acertado, no le dejó oportunidad de negociar. Su intención era clara, y no permitía que hubiera malas interpretaciones. Si te tomas sus palabras en serio, se nota que no iba a hacerlo.


¿Se debió haber rendido, verdad? Jesús no solo rechazó su petición, sino que le dio una razón porqué. Puso el último clavo en su esperanza de un milagro. ¿Cuántos cristianos que hubieran perseverado a través del silencio seguirían incluso ante este rechazo teológico irrefutable, desafiando la Palabra de Dios que salía directo de la boca del Hijo de Dios? Asumes que cuando Dios no te concede algo simplemente no te responde, y algún día dejas de molestarlo con el tema. Pero ahora te está hablando directamente y hasta te está dando una razón para rechazarte, un argumento que ni siquiera puedes refutar, basado en una condición que no puedes cambiar. Aunque no condenaran la audacia de la mujer ¿Acaso no le rogarían las corrientes cristianas que se sometiera a la voluntad de Dios? Pero ella se negó a aceptar este rechazo verbal. No respondió a su argumento, sino que insistió, "¡Señor, ayúdame!"


Jesús respondió, "No está bien tomar el pan de los hijos y darlo a los perrillos." Los cristianos modernos lo llamarían racista y se irían. Los más agresivos intentarían dañar su reputación en redes sociales, o incluso le mandarían amenazas de muerte. Es interesante como lo manejan los teólogos. Algunos dicen que simplemente estaba usando un término que era común en ese tiempo. ¿Y eso qué? ¿Les parecería aceptable que yo usara un insulto racial o religioso que es común en mis tiempos? ¿En la cara de una mujer? ¿Frente a una multitud? ¿A la hora de ministrar? Algunos dicen que Jesús estaba probando la fe de la mujer. ¿Con un insulto racial? ¿Yo debería hacer eso cuando alguien me pide que ore por ellos? ¿Acaso eso sería una palabra "sazonada con sal," con "mansedumbre y reverencia"? ¿O será que los teólogos no tienen idea de lo que Pedro y Pablo querían decir? Todo esto es especulación, en primer lugar. Puede ser que Jesús estuviera probando su fe, pero sus palabras eran un rechazo claro. Si su rechazo era genuino, la intención es irrelevante. Más importante aún es que sus respuestas eran teológicamente correctas e irrefutables. No expresó ninguna intención de conceder lo que le pedían. Ella se pudo haber ido por eso.


Si Jesús estaba probando su fe, ¿Por qué los cristianos no siguen el ejemplo de la mujer e insisten en que su fe está siendo probada cuando se enfrentan con rechazo y silencio? ¿Por qué no insisten en tomar lo que quieran de Dios sin importar nada? Pero en vez de eso se rinden y se esconden tras la "soberanía de Dios." Se resignan tan rápido aunque no los hayan rechazado de forma verbal y audible, que hasta los impacientes discípulos se hubieran decepcionado. Y son la misma gente que grita "¡PACTO!!!" cada que pueden. Académicos basura. Su idea de un pacto con Dios es más débil que las treguas entre las tribus paganas, si no fuera así, no habría forma de que no creyeran en sanidad y prosperidad, y en todo tipo de señales y prodigios, junto con la vida eterna, para todas las eras en las que el pacto siga vigente. No tienen idea de lo que significa hacer un pacto con alguien, mucho menos con el Altísimo, si lo supieran explotarían de alegría todo el tiempo y se animarían unos a otros a tener fe, a servir a Dios, y recibir todos sus beneficios, tanto espirituales como materiales.


Así que Jesús pudo haber estado probando su fe, pero no me importa, y a la mujer tampoco le importaba. Debemos lidiar con lo que dijo. Era otro argumento del pacto, y uno más fuerte que el anterior. El primero era una declaración positiva que implicaba su exclusión, pero esta era una declaración negativa que decía que "no está bien" darle lo que pedía. Apretó el clavo del otro lado. Pero fue todavía más fuerte que eso. La versión de Marcos nos cuenta que él dijo, "Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos." (Marcos 7:27) El plan era que sus discípulos llevaran el Evangelio al resto del mundo, pero no ahora (Hechos 1:8). Así que le añadió una dimensión histórico-redentora al argumento del pacto. En ese punto del plan de redención de Dios, en la manifestación de su voluntad en la historia, no era todavía el tiempo para que el pacto fuera entregado a los gentiles. Lo enviaron a otras personas, no a ella. No era correcto darle a ella lo que le pertenecía a otros. Y aunque pudiera conseguirlo, no podía tenerlo en ese momento. Jesús tenía razón en su teología, no había manera de refutar nada de esto.


Pero Yo Digo Que Sí

Él dijo que no. Dijo que no de tres o cuatro formas. Estaba la ley del hielo. Estaba el argumento positivo del pacto. Estaba el argumento negativo del pacto. Y estaba la maniobra histórico-redentiva.


Imagina qué hubieras hecho tú. No solo te está ignorando, te está diciendo que no. No solo te está diciendo que no, te está acabando teológicamente. Estarías indefenso porque tendría razón, y porque es el Hijo de Dios. Es una creencia cristiana común que podemos orar, pero Dios va a hacer lo que quiera de todas formas. La herejía silenciosa es que Dios hará lo que quiera sin importar lo que ha prometido, porque es "soberano." Como que no era soberano cuando hizo las promesas, pero es bien soberano para romperlas. O era soberano cuando hizo las promesas, porque tenía la intención de romperlas. Esto es teología, es brillante, con razón la gente la odia.


Pero ahora no solo no te está respondiendo, te está diciendo que no personalmente. ¿Qué hubieras hecho? El ángel le dijo a Jacob que lo soltara. ¿Qué hubieras hecho? Jacob dijo, "No, hasta que me bendigas." Dios dijo que acabaría con Israel ¿Qué hubieras hecho tú? Moisés dijo "No lo hagas." Elías oró seis veces, y no pasó nada. ¿Qué hubieras hecho? ¿Qué te hubiera dicho tu teología? El profeta oró de nuevo y Dios mandó un aguacero.


La mujer no aceptó el rechazo como si fuera "la voluntad de Dios," sino que presionó más. Jesús hizo un argumento de pacto, después un argumento histórico-redentor. Estaba bien teológicamente. ¿Qué podría voltear esta situación? Fue lo más raro y sencillo del mundo. Se apropió de la metáfora del Señor e insistió en obtener algo de él que no era para ella y que no le pertenecía, y que él había dicho que no "estaba bien" darle. La fe hizo que estuviera bien. Ella no tenía un pacto, no era su tiempo, pero consiguió lo que quería de todos modos. ¿Qué excusa tienes?


Jesús seguía diciendo que no, pero la mujer seguía diciendo que sí, y recibió lo que pidió. Hoy Dios sigue diciendo que sí, y los cristianos son los que siguen diciendo que no. En vez de discutir con Dios por la fe para conseguir que los bendiga, los cristianos discuten con Dios por incredulidad para rechazar las bendiciones, como si estas cosas, que están cubiertas con la sangre de Cristo, fueran cosas sucias y apestosas. ¿Es esta la cima de la teología teocéntrica? ¿Ese es el resultado de la teología del pacto, y de la hermenéutica histórico-redentora de las Escrituras que mira a Jesús en cada página? ¿Qué Cristo? Pareciera que no es el de este pasaje.


Claro que los no-cristianos se ríen de nosotros. No le creemos a nuestro propio Dios. Nos inventamos un montón de razones para rechazar sus beneficios, los mandamos al pasado, al futuro, a otra raza, a otro pacto, o los aventamos al cielo, o a otra dimensión, donde sea menos aquí, cuando sea menos ahora. Y después nos indignamos de que los ateos quieren quieran nuestros nacimientos. Nos deshacemos de nuestro propio Dios ¡Pero aguas con meterse con nuestra política y nuestra educación en casa! ¿Pero por qué estoy diciendo "nuestro"? No soy parte de este desastre, desconozco a estos tetos. Voy a predicar el Cristo de los profetas y de los apóstoles, no el Cristo de los charlatanes religiosos.


Ortodoxia Primeva

Jesús hizo un argumento del pacto. Planteó un argumento histórico-redentivo. Su teología era correcta. Pero ella hizo una declaración de fe, y eso terminó el asunto. No hubo más rechazo ni más discusión. La fe apagó cualquier oposición, cualquier razón para negarse, hasta de Cristo mismo.


La fe vence todo. La fe es inmune hasta a los argumentos teológicos correctos. No es que la fe contradiga la sana doctrina, sino que la fe en Dios es la primera sana doctrina. La fe en Dios es la ortodoxia primeva. Así que no decimos que la fe podría contradecir la teología correcta, sino que la teología correcta nunca podría contradecir la fe. Hasta cuando una doctrina sale directamente de la Palabra de Dios, de forma que no hay manera de refutarla, siempre habrá chance para la fe, porque la fe va primero. ¿No hay un pacto? No hay problema. ¿Atorado en un punto incorrecto de la historia redentiva? ¿A quién le importa? La fe siempre alcanza a Dios directamente.


Claro que me importa la teología. Me importa tanto que me han acusado de extremismo y racionalismo. Y voy a superar a cualquiera que desee discutir. Pero la gente no quiere discutir, solo necesitan que Dios los ayude. Algunos intentan resistir la incredulidad, pero les falta la astucia para vencer los sofismas de los teólogos (si pueden entender sus habladurías en primer lugar). Quiero decirles que hasta cuando se enfrentan a una razón teológica que los rechaza, e incluso cuando Jesucristo mismo plantea la razón, Dios todavía los puede ayudar por fe, porque la fe llega a Dios directamente, y la fe vence todo. ¿Cuánto más deberían recibir de Dios cuando los argumentos que los rechazan en verdad son herejías?


El cesacionismo no solo es falsa doctrina, sino que también es irrelevante. Si tengo fe la doctrina prácticamente no hace ninguna diferencia. Esto es porque los dones del Espíritu solo representan un modo en el que suceden las manifestaciones espirituales. Y si incluye modos, sigue sin hacer la diferencia. Aunque el cesacionismo sea correcto, todavía puedo recibir y ministrar por fe todo lo que la doctrina me quiera negar. Los cesacionistas no tienen sentido. No importan en absoluto. Aunque todo los dones hayan cesado, aun podría llevar a cabo todas sus funciones por fe.


Nunca he buscado a alguien con un don de sanidades cuando necesito sanidad. Siempre he recibido mi sanidad por fe, u ordenado a la enfermedad que se vaya. Nunca he tenido que pensar en ningún don de sanidad cuando oro por los enfermos. Siempre les he ministrado por fe. Puede ser que los dones se hayan manifestado en ocasiones, o muchas veces, pero no me importa. ¿Piensas que si estás enfermo no debo de orar por ti y esperar que algo pase a menos que piense tener un don? ¿Osea que si tienes una necesidad que podría ser satisfecha por medio de profecía o algún otra habilidad no debería orar por ti, y solo dejarte sufrir? Eso no proviene ni de amor ni de fe. No, yo voy a tener fe y tomarlo de todas formas.


¿Crees que los dones del Espíritu han cesado? No me importa. ¿Crees que las señales y prodigios se han ido? No me interesa. ¿Crees que algunas bendiciones solo eran para ciertas personas en determinado tiempo? No me importa. Estás mal sobre todo esto, pero aunque estuvieras en lo correcto, no me importa, y no me tendría que importar. Voy a tener fe y tomarlo todo de todas maneras. Si algo ha cesado, se a caído, o se ha salido, se ha ido únicamente para ti, porque no tienes fe.


Si Dios está en silencio, o si parece que Dios dice que no, e incluso si hay una razón teológica correcta para que él diga que no, aún puedes decir que sí. Si tienes fe, lo puedes tener. Puedes insistir. No estarás actuando en contra de Dios. Le gusta la fe. La fe es el "Sí" de Dios en tu corazón. La mayor parte de nosotros no estamos pidiendo algo malo en realidad, pero hasta eso nos quieren quitar los charlatanes religiosos. No les tengas miedo. Que no te molesten. Ten fe y tómalo de todas maneras.


Esta mujer estaba más cerca al corazón de Jesús que la mayoría de cristianos, y su ortodoxia superaba a casi todos los héroes de la fe. Piénsalo: ¿Acaso Calvino y Spurgeon se le hubieran plantado a Jesús y exigido tomar lo que quisieran? No voy a responder por ti. ¿Qué hay de los teólogos y predicadores famosos de nuestros tiempos? ¿Hubieran insistido a pesar del rechazo explícito, repetitivo, y preciso del Señor? Cuando Jesús dijo que no, ellos hubieran dicho que sí? ¿O se hubieran escondido tras sus frasecitas en latín mucho antes de que el trato indiferente hubiera terminado?


Mientras más conocimiento tengas, más fe debes de tener. Hablo del tipo de fe que tenía esta mujer. Es el tipo de fe que Jesús aprobaba. Pero parece que casi todas las personas pierden su fe mientras más aprenden. Esto es lo contrario a lo que debería pasar. No importa que tanto estudien, no están asimilando la Biblia correctamente. Mientras más estudian, más se alejan de Dios. Se han vuelto esclavos de sus propias tradiciones y teorías.


Cuando el conocimiento no aumenta la fe de una persona, solo aumenta su habilidad para fingir. Solo porque alguien quiera manejar doctrinas "maduras" no significa que sea maduro espiritual o intelectualmente. Puedes dejar que un niño maneje un carro, pero lo más probable es que lo va a chocar. De igual manera, la mayoría de teólogos son niños espirituales, aunque manejen doctrinas de adultos. Solo están fingiendo. Juegan con la soberanía divina, los pactos, la historia de la redención, y otras cosas, pero cuando es hora de manejar, cuando formulan, enseñan, e implementan estas doctrinas, acaban con la fe. Son solo niños haciendo cosas de adultos para que otros niños los admiren. Un teólogo maduro va a manejar mucho más que la prosa y el vocabulario rebuscado, sino que también va a comprender la fe, la misericordia, y la justicia, y esas cosas van a permear su doctrina y su ministerio.


La fe lo supera todo. Sobrepasa todas las objeciones teológicas, incluso las que son válidas. Borra todas las restricciones pactuales y cualquier problema histórico-redentivo. Quizás los teólogos quieran ponerse quisquillosos con esto, pero yo puedo ponerme mucho más especial que ellos. Si me conoces, sabes que puedo ser tan quisquilloso como ellos, y ganarles, de hecho. Pero eso no me interesa. No ando presumiendo, porque hacer eso es muy fácil, ¿Pero tienes fe? Lo que más me importa es que sea fácil para el que tenga una necesidad, o que quiere recibir algo de Dios, y darle armas contra los que "cuelan el mosquito pero se tragan el camello." Quiero que sepa que Dios lo puede ayudar. Ten fe en Dios. Si tienes fe en Dios, puedes recibir de él. Jesús dijo, "Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración" (Mateo 21:22) Es así de simple.


 

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