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Paganismo Cristiano: El Dios de los Montes

Adaptado por Jacobo Santín de "Christian Heathenism: The God of the Hills," de Vincent Cheung



 

"El rey de Israel avanzó, mató a los caballos y destruyó los carros, de modo que los arameos sufrieron una gran derrota.


Más tarde, el profeta se presentó ante el rey de Israel y le dijo: 'Vaya, refuerce el ejército y trace un buen plan, porque el año entrante el rey de Aram volverá a atacar'.

Por otra parte, los funcionarios del rey de Aram le aconsejaron: 'Los dioses de los israelitas son dioses de las montañas. Por eso son demasiado fuertes para nosotros. Pero, si peleamos contra ellos en las llanuras, sin duda los venceremos. Haga usted lo siguiente: Destituya a todos los reyes y reemplácelos por otros gobernadores. Prepare usted también un ejército como el que perdió, caballo por caballo y carro por carro, para atacar a Israel en las llanuras. ¡Sin duda los venceremos!'. Ben Adad estuvo de acuerdo y así lo hizo.


Al año siguiente, pasó revista a las tropas arameas y marchó a Afec para atacar a Israel. Acab, por su parte, pasó revista a las tropas israelitas y las aprovisionó. Estas se pusieron en marcha para salir al encuentro de los arameos y acamparon frente a ellos. Parecían pequeños rebaños de cabras, mientras que los arameos cubrían todo el campo.


El hombre de Dios se presentó ante el rey de Israel y le dijo: 'Así dice el Señor: “Por cuanto los arameos piensan que el Señor es un dios de las montañas y no un dios de los valles, yo te voy a entregar este enorme ejército en tus manos, y así sabrás que yo soy el Señor”'.

Siete días estuvieron acampados los unos frente a los otros y el séptimo día se desató el combate. En un solo día los israelitas le causaron cien mil bajas a la infantería aramea. Los demás soldados huyeron a Afec, pero la muralla de la ciudad se desplomó sobre veintisiete mil de ellos. Ben Adad, que también se había escapado a la ciudad, andaba de escondite en escondite." (1 Reyes 20:21-30)


La corriente Reformada es una tradición humana basada en la fe Cristiana. Así como el Catolicismo, el Mormonismo, y muchas otras, la tradición Reformada usa la fe Cristiana como una plantilla para inventar su propio sistema. En algunas cosas son perfectamente acertados, pero en muchos aspectos la religión que resulta no es la fe Cristiana, su dios no es el Dios verdadero, ni su cristo el Cristo verdadero, ni su evangelio el Evangelio verdadero. Es algo que se ve tan parecido y suena tan similar que logra engañar a muchas personas, pero no es lo mismo. Distorsiona unas doctrinas y descarta otras para que su sistema tolere las debilidades, prejuicios, y malos deseos de la gente. Por eso la corriente Reformada abraza el cesacionismo, además de las otras herejías que apoya. No es capaz de aceptar las Escrituras tal cual están escritas. Se niega a creer el Evangelio tal cual es predicado. Condena a Jesús tal cual ha sido revelado.


Una de las mentiras más descaradas de los seguidores de la teología Reformada es que creen que Dios es para toda la vida. La verdad es que lo reconocen como Dios sobre menos rubros que muchos que no se jactan de eso, o que ni siquiera les pasa por la cabeza. Hay rincones que no dejan que Dios toque. Aunque fingen que dejan que Dios les hable a esas áreas, tuercen sus palabras para acomodar lo que ellos quieren creer. Así que se inventan opiniones y políticas sobre asuntos mayores con conceptos cristianos, pero estas opiniones y políticas normalmente no son Cristianas en realidad, y no creen que Dios se involucre de forma activa, evidente, y milagrosa en ningún área de la vida. Su dios es un dios de providencia escondida.


Los seguidores de la tradición Reformada son los que menos creen que Dios está en cada parte de la vida, aunque se jacten de ser los que más lo creen, y persiguen a los que sí se comportan como si Dios fuera para toda la vida. Se ríen de alguien si ora a Dios por un cajón de estacionamiento. Se burlan como si su fe fuera frívola y egoísta. Claro que encontrar un cajón de estacionamiento es muchísimo menos importante que encontrar la vida eterna, pero por eso es un ejemplo excelente. Si Dios abarca cada parte de la vida, ¿Por qué no podemos tener fe en él para ambas cosas, o para todas las cosas? ¿Qué tiene de malo? Estos Cristianos actúan como si Dios fuera para toda la vida, y es algo tan importante para su fe que se comportan así sin presumirlo. Pero los que solo lo presumen, su fe es un fraude.


Si Dios es muy grandioso como para responder mis peticiones más triviales, ¿entonces por qué cuenta mis cabellos (Mateo 10:30)? Él empezó esto, ¿Por qué no puedo seguirle la corriente? Ah, Dios no es el problema, ni yo, ni los fanáticos Carismáticos, sino los charlatanes religiosos que se jactan de que Dios abarca cada parte de la vida, pero en verdad se oponen a la idea con todas sus fuerzas. Dicen que es un Dios de perdón y santidad, de conversión y santificación, pero para ellos no es un Dios de sanidad, de prosperidad, de protección, de revelación, de milagros, de alegría, de gloria, de éxito, tanto en esta vida como en la otra. Adoran una deidad pagana. predican un Evangelio pagano. Persiguen al Dios de la Biblia, que bendice a su pueblo en todas las cosas. Y persiguen a los que adoran a este Dios, los que siguen la fe Cristiana.


Su dios te puede hablar sobre salud, pero no va a hacer nada por ti cuando se trata de salud, al menos no de forma milagrosa como promete la Biblia. Su dios te puede dar una teología de salud y cuidados médicos, pero vas a tener que arreglártelas para conseguir salud y sanidad de verdad, igual que los paganos. Incluso promueven la búsqueda de salud mientras lo hagas por medios naturales y no digas que la vas a obtener por fe en Dios, porque eso sería adoptar un evangelio de sanidad. Pero el Dios de la Biblia dice que la oración de fe sanará al enfermo (Santiago 5:15), que Jesús llevó nuestras enfermedades y cargó con nuestras dolencias (Mateo 8:17). El Dios de la Biblia quitará la enfermedad y restaurará milagrosamente a la persona.


Su dios te puede hablar de riqueza, pero no hará nada por ti respecto a riqueza. A diferencia del Dios de la Biblia, este no te da "poder para hacer riquezas". Su dios te podría dar una teología de trabajo y economía, quizás hasta apoye tu capitalismo, pero vas a tener que arreglártelas para conseguir riquezas y prosperidad, igualito que los paganos. Incluso podrán animarte a salir adelante mientras no creas que lo puedes lograr por tu fe en Dios, porque eso sería tener un evangelio de riquezas, el evangelio de prosperidad. Pero el Dios de la Biblia dice que si buscas primero el reino de Dios, "todo esto" que es de Mammon te será añadido (Mateo 6:33). No se refiere a riqueza espiritual, sino que promete todas las cosas que "buscan los paganos" (v.32). El Dios de la Biblia puede aumentar los recursos materiales, y le gusta dar demasiado (Marcos 8:18-21). El Dios de la Biblia es un Dios de prosperidad, un Dios de más que suficiente.


Su dios es un ídolo que sale de herejía anti-"sanidad y prosperidad," impulsado por la idea Católica de que el dolor es piedad. Estos son dos ejemplos, pero hay otros. Preferimos estos porque los Reformados se oponen mucho al evangelio de sanidad y prosperidad, pero a veces están más obsesionados con estas cosas que la gente que critican, solo que no quieren conseguirlas por medio de la fe en Dios, sino buscarlas por medios humanos y naturales. Aquí hay una más: Dicen que Dios abarca toda la vida, pero cuando quieren cambiar al mundo buscan al dios de la política. El dios de esta teología no es el Dios de la Biblia. Es un dios limitado. Un dios dividido. Es un dios filosófico que sirve como un principio teórico para que hables de todo en la vida, pero que no hace nada de nada en tu vida. Este es el dios de los montes, y no el dios de los valles, o de ningún otro lugar. Este es el dios de los Reformados, el dios de los Evangélicos. Es el dios del paganismo. Este es el dios del cesacionismo. El Dios de la Biblia es más grande, fuerte, y más generoso con todas las cosas que su capacidad de creerlo, así que se inventaron otro dios, un dios pequeñito, un dios codo, un dios "espiritual" y escondido, un ídolo con la forma de un becerro de oro -y declaran triunfantes, "¡Este es el Dios que los sacó de Egipto!"


Los Reformados, Evangélicos, y cesacionistas son paganos "cristianos." Condena el evangelio de sanidad y prosperidad. Un evangelio tan burdo no es digno del Altísimo, dicen ellos, pero se voltean y van a adorar al dios de la medicina y el dios de las finanzas para obtener estas mismas bendiciones que le denuncian al Evangelio de prosperidad y sanidad. La diferencia es que en vez de mirar al Dios Cristiano para todas las cosas de todos los rubros de la vida, van tras de una deidad diferente para cada deseo que tienen, entregando sus talentos y esfuerzos como ofrenda. Así que el evangelio de no-sanidad y no-prosperidad de hecho es una religión no-cristiana. Estos fraudes religiosos todavía quieren todas las cosas que dicen que Dios ha dejado de ofrecer, y las buscan por otras fuentes. El cesacionismo se convierte en politeísmo. El cesacionismo es paganismo moderno.


Por supuesto que se resisten cuando se les exhibe de forma tan contundente. Las ambiguedades ocultan las herejías. Su doctrina y sus consecuencias son evidentes, pero estas personas detienen con injusticia la verdad. Aman su sistema religioso, donde cada dios se queda en su lugar, y pueden visitar a cada uno para satisfacer cada deseo. Con ellos, si necesitas perdón, buscas al Dios de los Cristianos, pero es herejía tener fe para que te de salud y sanidad, sobre todo si esperas que lo haga de forma milagrosa y regular. Aunque lo prometió, ni se te ocurra "arrebatarlo," porque respetar la soberanía de Dios de alguna forma significa que debes dar chance a que Dios rompa su palabra. Para sanidad vas a tener que fornicar con los dioses de la evolución delante del altar de la ciencia, las dietas, los ejercicios, la medicina, y los seguros. Con ellos, si quieres santidad, ven al Dios de la Biblia, pero es herejía confiar en él para riqueza y prosperidad, especialmente si quieres más de lo que necesitas para sobrevivir. Para eso tendrás que adorar en el templo de la educación, labor, capitalismo, e inversiones. Y con esa gente, si quieres otro tipo de milagros como sueños, profecías, lenguas, y varios prodigios y señales (Hechos 2:17, 1 Corintios 14:26), eres una persona horrible, porque todo mundo sabe que cuando murieron los apóstoles el Espíritu Santo murió con ellos, y esas cosas pasaron a formar parte del dominio de Satanás. Claro, los Reformados no son los únicos que practican esta religión idolatra y politeísta, pero son los más hipócritas, porque se jactan más de que Dios es para toda la vida, mientras que el dios Reformado no hace mucho en casi ningún área de la vida, a menos que lo haga con su providencia escondida.


Solo hay un Dios. El Dios de los Cristianos, la Trinidad. El cesacionismo implica un regreso del antiguo paganismo y politeísmo. Pero las deidades paganas, o no existían, o eran demonios. Eran locales y estaban especializadas, o ambas. Su conocimiento e influencia se extendía solamente por encima de ciertas áreas geográficas, o se limitaban a ciertos temas y necesidades. Ya sea que tu dios sea Reformado, Presbiteriano, Bautista, Metodista, Calvinista, Arminiano, u otra cosa, si es un dios cesacionista, no existe. No existe un dios cesacionista. La gente se lo inventó para difundir su piedad fingida y para justificar su idolatría. No hay un evangelio como el evangelio cesacionista. La gente se lo inventó, reduciendo el evangelio verdadero a algo que pueden alcanzar sin fe genuina, y para justificar su politeismo también.


El Dios de la Biblia, el Dios de los Cristianos, el único Dios, está vivo, es activo, evidente, que le habla a la gente y obra en la gente, comúnmente de forma milagrosa. Este es el Dios que salva, que sana, que prospera, que bendice, y que juzga. Este es el Dios que nos quita el sufrimiento de la vida del que fuimos redimidos cuando Jesús sufrió en nuestro lugar. Jesús rompió la maldición de la ley, una maldición que incluía enfermedad y pobreza, una maldición tan fuerte que podría quebrantar una nación (Deuteronomio 28). ¿No lo ven, tontos? El Evangelio puede salvar la salud y riquezas de una nación entera si la gente tiene fe en Dios. Jesucristo es la esperanza de todas las naciones, para toda la vida. Rechazar esto, o disminuirlo aunque sea un poco, afecta la obra de Cristo. Es volverse anti-Cristo. Pero ustedes se alteran por carros, casas, y vacaciones, idiotas. ¿Por unos cuántos dólares, en serio? Y persiguen a los que se acercan más a la verdad que ustedes. Si ellos están mal, entonces ustedes tendrían que ser mejores, pero les va mucho peor. Si tienes conocimiento, deberías tener fe para más cosas, no menos. ¿O será que unos cuantos pesos más van a destruir tu relación con Dios? Si es así, no tienes la relación que piensas tener con Dios en primer lugar. ¿Cómo por qué no podría un cristiano decente manejar unos cuantos millones de dólares? ¿Por qué? ¿Te dejas llevar tan fácil por el dinero? ¿Y todavía te atreves a sermonear a otros sobre eso? Quieres reprender a otros, y haces como si fueras un defensor de la fe y de la verdadera piedad, pero no tienes nada. Eres un falso. Un poser.


Si los que creen en el evangelio de sanidad y prosperidad tienen errores, los Reformados, Evangélicos y cesacionistas no tienen derecho a decir una sola palabra en su contra, porque no pueden hacerlo sin tornarse en anticristos. Yo sí puedo, pero ellos no. Sus tradiciones y prejuicios, y su falta de fe los descalifican. Quieren eliminar todo lo que los haga verse mal, y si tienen que deshacerse de Dios, Cristo, y el Evangelio para lograrlo, que así sea. Yo puedo corregir los errores sin atacar a Cristo, y puedo dar una enseñanza pura de lo que la Biblia promete, pero como gran parte de su inconformidad está en contra de lo que la Biblia dice, no pueden pronunciar una sola palabra sin cometer blasfemia. Son unos estúpidos mocosos religiosos y pretenciosos. ¡Dejen a la gente tener su ropa cara y sus casas, que tengan sus carros y sus aviones, como si Dios no estuviera dispuesto a darles todavía más! (2 Samuel 12:8) Tienen que descubrir lo que Cristo ha hecho por nosotros y lo que la fe puede hacer antes de criticar a los que saben más que tu, aunque tú los desprecies y termines atacando el evangelio al mismo tiempo.


Este es el Dios por el que resistimos sufrimiento legítimo, no el sufrimiento chillón que cualquiera puede experimentar tirándose al suelo y haciendo nada. El tipo de sufrimiento que la Biblia honra viene de dificultades para cumplir la comisión de Cristo, y de ser perseguidos por su causa. Puede ser que te miren feo o que hablen mal de ti, o puede ser que te corten a la mitad o te prendan fuego. Para mucha gente este tipo de sufrimiento viene de charlatanes religiosos que están contra el Evangelio que dice que Dios nos salva y bendice en toda nuestra vida, que por medio de Cristo recibimos cosas buenas en cada área de la vida. Todos los maestros del supuesto Evangelio de sanidad y prosperidad que yo he escuchado creen en este tipo de sufrimiento, y lo experimentan más que los Reformados, Evangélicos, y los cescacionistas que conozco, normalmente cuando predican en países menos desarrollados -a veces con su ropa cara y sus aviones, a veces no- mientras que sus críticos escriben monografías ásperas contra ellos en la comodidad de sus oficinas universitarias. Es su mensaje de fe el que les permite aguantar tanto los atentados de los chamanes locales como los escritos homicidas de los intelectuales religiosos.


Este es el mismo Dios que condenará a la gente al lago de fuego por su incredulidad e idolatría. Los que están en contra del Evangelio de bendición, de sanidad, de prosperidad, y de milagros, no van a tener nada de eso en el infierno. La vida finalmente será como su religión dice que debe ser.


 




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